Museo Histórico Pueyrredón: desde San Isidro un viaje por la historia argentina desde la pintura, la arquitectura y el paisaje

El Museo Histórico Brigadier General Juan Martín de Pueyrredón fue inaugurado en 1944 por el municipio de San Isidro como museo y archivo, en los terrenos de la Chacra que perteneció al Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1816. Ubicado en calle Rivera Indarte 48, en la localidad de Acassuso, la Chacra data del siglo XVI, en tierras repartidas a españoles a partir de la 2º fundación de la Capital por Juan de Garay. 

La casa colonial sufrió cambios a lo largos del tiempo, es una típica construcción de campaña de fines del siglo XVIII, de planta cuadrangular, con un amplio patio central con aljibe al que convergen todas las habitaciones. En 1815, la adquirió Pueyrredón (1776-1850), allí recibió a los más importantes referentes de la política y de los ejércitos patrios, como el General José de San Martín, para trazar la estrategia de la campaña libertadora bajo los árboles del jardín. Juan Martín se dedicó a la jardinería y al cultivo de especies botánicas exóticas desarrollando un jardín que luego su hijo Prilidiano continuara con la plantación de árboles y el diseño del paisaje. 

Prilidiano Pueyrredón (1823-1870) según los expertos "fue el más exquisito y requerido retratista de la sociedad porteña de fines del cincuenta y principios de la década del 60". También, fue uno de los primeros paisajistas del Rio de la Plata, ejecutó una importante cantidad de pinturas y acuarelas extraordinarias como las vistas al Rio de la Plata y de paisajes campestres; en estos paisajes aparece la figura humana pero siempre subordinada a la naturaleza. También, pintó desnudos y obras dedicadas a la temática costumbrista.

La casa y el jardín con su bella barranca fueron declarados Monumento Histórico Nacional mediante el Decreto 104.180 del 28 de octubre de 1941. El edificio del Museo fue restaurado en 2007, "se puso en marcha una puesta en valor de la colección que suponía trabajar sobre las condiciones de conservación y de catalogación de las piezas de su acervo, y se planteó un nuevo guión y un nuevo diseño de montaje para el mayor lucimiento y comprensión de las valiosas piezas que la componen". Así adquieren relieve las figuras de sus habitantes ilustres, la sala que recuerda al Director Supremo y la exhibición de la obra de su hijo Prilidiano, además de lo que fuera el atelier que el artista construyó como mirador al río. 

Un poco de Historia

El 11 de junio de 1580 Juan de Garay fundó, por segunda vez y en forma definitiva, la ciudad de la Santísima Trinidad y el puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires. Unos meses después, el 24 de octubre, se comenzó a repartir las tierras cercanas de acuerdo con lo establecido por las Leyes de Indias. En el sitio web del museo se afirma que "la chacra donde hoy se emplaza el Museo Pueyrredón era en 1580 propiedad de Antón Roberto, un español que llegó al Paraguay en 1542 con el segundo Adelantado del Río de la Plata, don Alvar Núñez Cabeza de Vaca. El 9 de diciembre de 1609 el heredero de Antón Roberto vendió la propiedad a Gonzalo de Acosta. Durante más de un siglo la propiedad pasó por manos de distintos propietarios, todos ellos con alguna vinculación familiar, siendo en su mayoría de origen español y portugués. En 1725 Cristóbal Cabral compró a sus suegros la chacra del pago de Monte Grande y en 1770, a la muerte de Cristóbal, un pariente lejano, el doctor José Luis Cabral, adquirió la propiedad. Hacia 1808 la viuda del doctor Cabral vendió la chacra a Francisco de Tellechea, un rico comerciante de origen vasco".

La chacra del "Bosque Alegre", terreno ocupado por el actual Museo Pueyrredón, tuvo sucesivos propietarios hasta que fue adquirida en 1808 por Francisco de Tellechea. Según el sitio web del museo, "la casa es un excelente ejemplo de casco colonial. Probablemente fue mandada a edificar por José Luis Cabral, quien fuera propietario de la chacra entre 1770 y 1797". En 1815, Juan Martín de Pueyrredón se casó con una de las hijas de Tellechea, María Calixta, quien había heredado la propiedad unos años antes, pues en julio de 1812, el comerciante español Martín de Álzaga conspiró contra el Triunvirato pero la intentona fue descubierta y la represión sobre los conjurados estuvo a cargo de Juan Martín de Pueyrredón. Los cabecillas fueron ejecutados, castigo que se extendió hasta algunos amigos y simpatizantes de los conspiradores, como el rico comerciante Tellechea, dueño de la quinta.
 
Juan Martín de Pueyrredón (1776–1850) era hijo del matrimonio del comerciante francés Don Juan Martín de Pueyrredón con Rita O’Dogan, de familia porteña de origen irlandés. En su juventud estudió Humanidades en París, con estudios de Historia, Literatura, Filosofía y Latín. Regresó a Buenos Aires en medio del desembarco de las tropas inglesas en 1806. La historia cuenta que "en un primer momento, Juan Martín de Pueyrredón se entrevistó con funcionarios británicos buscando apoyo para conseguir una posible emancipación del gobierno español.  Ante la negativa y la sospecha de las reales intenciones de los británicos, Pueyrredón, sus hermanos y otros vecinos aprovisionaron fuerzas en un paraje denominado Chacra de Perdriel. Pueyrredón y su ejército de Húsares se unieron a Santiago de Liniers y a Ruiz Huidobro, y el 12 de agosto de 1806 lograron vencer al ejército inglés al mando del General Beresford".  
  
En el sitio oficial del museo se afirma que "luego de estos acontecimientos, Juan  Martín de Pueyrredón fue enviado a España para informarle los sucesos al Rey y pedir refuerzos. Sus pedidos fueron desestimados. El desinterés de España por sus colonias americanas precipitó en Pueyrredón su adhesión a la causa independentista. Pueyrredón se convirtió en una amenaza para la corona española, por lo que a su regreso al Rio de la Plata, fue engrillado y reembarcado hacia España, aunque logró escapar en las costas de Brasil y regresó a Buenos Aires en junio de 1810. Hacia 1812, Juan Martín de Pueyrredón era un hombre prestigioso, por lo que, aún cuando no gozaba de buena salud, fue designado jefe del Ejército del Norte.  En 1814, ocurrió en San Luis el primer encuentro de Pueyrredón con quien luego tendría una estrecha amistad: el General José de San Martín". 

En septiembre de 1815 fue nombrado diputado por la provincia de San Luis ante el Congreso de Tucumán. Un año después fue designado Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cargo que ejerció hasta 1819. La quinta de San Isidro cumplió entonces la función de residencia del Director Supremo y hospedó a muchas personalidades de la época, entre las que se destaca el General José de San Martín. Como se afirma en el sitio web, "el viejo caserón y la rústica arboleda fueron entonces puestas a tono con la nueva posición de su dueño: la galería principal fue renovada, y las caballerizas y los cuartos de servicio -que eran ranchos de paja y barro- fueron reconstruidos en ladrillo".

Una vez retirado de la política, Juan Martín se dedicó a la jardinería y al cultivo de especies botánicas exóticas, desarrollando un jardín que luego su hijo Prilidiano continuara con la plantación de árboles y el diseño del paisaje. La familia vivió luego una larga temporada en Europa, retornando a Buenos Aires a fines de 1849. En marzo de 1950, el Brigadier murió en la chacra en la sala que mira al río. A la muerte de su padre, Prilidiano Pueyrredón permaneció un tiempo más en la chacra.  

Prilidiano Pueyrredón (1823–1870) fue el único hijo del matrimonio de Juan Martín de Pueyrredón con María Calixta Tellechea, es considerado como el más destacado pintor y arquitecto de la Buenos Aires del período posterior a Caseros. Su infancia la vivió en la chacra, "allí nació su amor por la ribera y por el campo, temas que luego desarrolló en sus obras pictóricas más icónicas". Asistió al Colegio de la Independencia y a la edad de doce años partió junto a sus padres a Europa para "completar su formación en la ciudad de París". En 1841, los Pueyrredón se mudaron a Río de Janeiro "donde el joven, ya con dieciocho años, vive un clima intelectualmente estimulante y toma contacto con los pintores de la Corte a través de sus estudios en la Academia. Completó sus estudios en el Instituto Politécnico de París donde estudió Ingeniería, en sus horas libres se dedicó a la pintura". En 1849 la familia volvió a Buenos Aires y se instaló en la chacra de San Isidro con su padre de enfermo. Prilidiano contaba con 27 años al momento de la muerte del padre, "había definido su personalidad y su vocación". En 1851, regresó a Europa para continuar perfeccionándose. "Antes de partir, dejó en Buenos Aires un exquisito ejemplo de su arte: el retrato de Manuelita Rosas, el último retrato de su padre Juan Martín de Pueyrredón y el retrato de su prima Magdalena Costa, hoy patrimonio del Museo. De este período que el joven artista reside en Buenos Aires también son las reformas que realiza en la quinta de San Isidro y el proyecto de una casa para Miguel Azcuénaga que, con algunas reformas, es hoy la residencia presidencial".

En 1854, Prilidiano retornó a Buenos Aires donde encontró a la sociedad porteña en plena efervescencia; allí su carrera de pintor y arquitecto encontró un amplio campo para desarrollarse. Aunque Prilidiano no profesaba opiniones o preferencias políticas, su núcleo social ocupaba los puestos de decisión, por lo que accedió a proyectar y realizar obras públicas de impacto en la ciudad de Buenos Aires. Se sostiene en el sitio oficial del museo que "Prilidiano fue el más exquisito y requerido retratista de la sociedad porteña de fines del cincuenta y principios de la década del 60. También, fue uno de los primeros paisajistas del Rio de la Plata. Ejecutó una importante cantidad de pinturas y acuarelas extraordinarias como las vistas al Rio de la Plata, y paisajes campestres. En estos paisajes aparece la figura humana pero siempre subordinada a la naturaleza. También pintó desnudos, para una comitencia privada, e interesantes obras dedicadas a la temática costumbrista".

Se afirma que "el artista supo refaccionarla sin alterar su planta original: modernizó las habitaciones y la ornamentación de la galería principal, cambiando las vigas de lapacho por columnas de estilo toscano, y diseñó un dormitorio en un piso superior y un mirador anexado, en el cual el artista instaló su taller. Prilidiano Pueyrredón alquiló la casa al Coronel Miguel Granada (padre del escritor Nicolás Granada) y en 1856 la vendió definitivamente a su pariente Manuel Alejandro Aguirre, quien la adquirió en 2.500 onzas de oro sellado. Manuel Alejandro fue dueño de la chacra hasta su muerte en 1911, quedando dividida entre su descendencia. Dos de sus hijos, Manuel José y Victoria, pidieron explícitamente quedarse con la fracción de la chacra que albergaba el casco y sus alrededores, con el objetivo de evitar una posible demolición de la casa (ya histórica) y el loteo de su bello parque".


Y continúa la historia desplegada en el sitio oficial, "una vez vendida la propiedad a Manuel Alejandro Aguirre, pariente de Prilidiano, la casa sufrió algunas modificaciones, sobre todo entre 1911 y 1912, período en el cual la habitó el Presidente de la Nación, Roque Sáenz Peña, transformándose la casa nuevamente en sede de gobierno. Debido a las múltiples visitas que recibían el presidente y su esposa, se decidió empapelar las paredes de algunas habitaciones, a las cuales se les introdujo también cielorrasos de yeso".

"En 1920, Victoria decidió donar la parte de su condominio a sus sobrinos, quienes más tarde subdividieron la propiedad otorgándole la parte del casco a su madre, Enriqueta Lynch, viuda de Aguirre. El costo del mantenimiento del casco se había convertido en un problema  de difícil solución y para evitar una venta desafortunada, los propietarios decidieron acudir a medios oficiales. Entre 1935 y 1938 el predio fue alquilado al San Isidro Club y durante los años siguientes el destino de la casa parecía incierto. Finalmente, el 30 de noviembre de 1941, gracias a la intervención de Carlos Alberto Pueyrredón, intendente de la ciudad de Buenos Aires, y a una exposición del pintor Luis A. Cordiviola, la Municipalidad de San Isidro firmó el boleto de compraventa de la propiedad. De esta manera, la casa, sus dependencias y las dos hectáreas de parque circundantes pasaron a ser propiedad de la Municipalidad de San Isidro, siendo declarados Monumento Histórico Nacional el 28 de octubre de 1941".
 
La chacra a manos del Estado

En el momento en que la Municipalidad de San Isidro decidió adquirir la propiedad, la casa y sus alrededores habían comenzado a deteriorarse. Finalmente, una vez fundado el Museo Pueyrredón, el Director, presbítero Francisco Actis, dirigió los criterios de restauración de la casa.

Como se detalla en la página del museo, "la remodelación debía ajustarse a ciertas normas, las cuales establecían que no era la arquitectura sino la historia la que decidiría en lo general y en lo particular; no lo artístico, sino lo veraz; no lo menos costoso, sino lo más auténtico, no la imitación sino cuando y hasta donde fuera posible, la conservación, la reparación y, en último caso, la reconstrucción. Además de la construcción principal, el predio contaba con dos construcciones que aún existen: la casa de los chacareros y la caballeriza, los cuales representan un claro ejemplo de la arquitectura pre nacional. En la casa de los chacareros se encuentra emplazado un ingenioso horno de pan diseñado por Prilidiano Pueyrredón". 

En la historia del museo se sostiene que "la Municipalidad de San Isidro adquirió la propiedad el 30 de noviembre de 1941. La casa y el jardín con su bella barranca fueron declarados Monumento Histórico Nacional en octubre de ese mismo año (decreto n. 104.180). Al momento de la adquisición de la casa por la Municipalidad de San Isidro, ésta se encontraba desprovista de mobiliario y de objetos que pudieran pertenecer a los antiguos propietarios. Con el tiempo el museo fue construyendo la colección que actualmente exhibe. El edificio del Museo Pueyrredón tenía pendiente obras importantes de restauración que se iniciaron en el año 2007. Ese año, además, se puso en marcha una puesta en valor de la colección que suponía trabajar sobre las condiciones de conservación y de catalogación de las piezas de su acervo, y se planteó un nuevo guión y un nuevo diseño de montaje para el mayor lucimiento y comprensión de las valiosas piezas que la componen".

El jardín 


"Juan Martín de Pueyrredón buscó paz y tranquilidad en los jardines de su chacra. Sobre las barrancas del río y rodeado de la flora autóctona, se dedicó a la horticultura: plantaba árboles y cultivaba flores, convirtiendo el entorno de la casa en un maravilloso jardín. En el parque del Museo Pueyrredón persiste el algarrobo bajo el cual el entonces Director Supremo se reuniera con José de San Martín para planear la Campaña Libertadora. Este ejemplar fue declarado árbol histórico por la Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos en 1946. Otro árbol histórico que aún se conserva es el ejemplar de aguaribay que plantó Domingo F. Sarmiento en 1870 en una visita que realizó a la quinta durante su presidencia. Este árbol fue gemelo del que plantó en el ángulo noreste Dalmacio Vélez Sarsfield, actualmente reemplazado por otro de la misma especie dado que el original sufrió daños en una tormenta. También, se puede apreciar el imponente cedro del Líbano a lado de la Casa de los Chacareros, y algunos ejemplares de pacaráes que bordeaban el camino de acceso a la quinta en época de los Pueyrredón".

Se describe al amplio Bosque Alegre que "cuenta con especies autóctonas (aquellas especies nativas del continente americano) y exóticas (especies introducidas desde otros continentes). Hacia la parte norte de la casa se encuentra el jardín de boj y magnolias diseñado por Prilidiano Pueyrredón (reconstruido 1978 por el Ingeniero Agrónomo Roberto Montani). Este espacio alberga en el centro una fuente de mármol de carrara enviada desde Italia por el diplomático Manuel García en el período Aguirre". 

Antiguamente existía un camino que unía la chacra con el río, que era utilizado por las lavanderas y los cuidadores de animales. Con la parcelación de los antiguos terrenos de la chacra, la bajada de las lavanderas se vio interrumpida por el paso de calles y caminos. Se encaró una restauración de la barranca, que estaba derruida por las correntadas de agua, gracias a la cual el visitante puede tener una noción de cómo era el camino de la lavanderas en la época colonial.

La Quinta Pueyrredón es “Monumento Natural Municipal” según la Ordenanza Nº 8.460/09, que tiene como objetivo "preservar aquellos ejemplares de la flora del partido que posean un valor especial ya sea histórico, ecológico, educativo o turístico". En cuanto a la Barranca de la Quinta Pueyrredón, ésta fue declarada Parque Natural Municipal por Ordenanza Nº 8.461/09. Posee un remanente interesante de ejemplares del “Talar”, formación arbórea muy amenazada en la provincia de Buenos Aires y que, por ende, debe ser protegido y restaurado. Dentro de este predio es posible encontrar cinco de los primeros ocho Monumentos Naturales del partido de San Isidro (Decreto Nº 2.366/11). Algarrobo blanco, es el más famoso de los árboles de la Quinta por haber sido testigo del encuentro entre José de San Martín y Juan Martín de Pueyrredón cuando aquel planeaba sus campañas trasandinas. "Fue declarado Árbol Histórico por la Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos en 1946, es un árbol típico del talar, bosque que cubría las barrancas del partido y se calcula posee más de 330 años y un óptimo estado sanitario". 

Coronillo, al lado del algarrobo-, se calcula que posee unos 400 años. Su trono crece entre 1 y 2 milímetros por año por lo tanto fue testigo junto al algarrobo de todos los sucesos históricos. "Se encuentra en muy buen estado sanitario y es una de las plantas nutricias de la famosa mariposa bandera nacional (celeste y blanca). La presencia de esta mariposa en San Isidro nos indica que en las grandes quintas sigue habiendo coronillo, árbol típico del talar". Chañar, en bajada de las lavanderas, "es el último ejemplar de esta especie en el partido de San Isidro. Antiguamente ocupaba junto con otras especies toda la barranca sanisidrense. Actualmente, se está tratando de conseguir renovales de esta especie para plantar en esta quinta junto con otras plantas desaparecidas en el partido, con el fin de recrear un “talar” con fines educativos principalmente". 


Aguaribay, plantado por Sarmiento en 1870, "no es una especie típica de la barranca, ni de San Isidro. Es nativo de la Argentina pero de otra región. También, se lo conoce como molle o “pimentero” ya que se puede usar para condimentar (pimienta rosa).  Sarmiento en ejercicio de la presidencia y gran amigo de Manual Aguirre, propietario en ese entonces de la quinta, le regaló un pimiento al anfitrión, quizá como recuerdo de su tierra natal y lo plantó al costado de su casa. El árbol se encuentra ahuecado en su interior, debido a sucesivas quemas que antaño se le efectuaron para “curarlo” de la cochinilla". Tala, en la esquina de Rivera Indarte y Roque Sáenz Peña, "es uno de los ejemplares más grandes que se pueden encontrar en la vía pública. Esta es la especie que le da nombre a la formación característica de las barrancas de San Isidro “el talar”. Es una formación boscosa en peligro de extinción en las barrancas bonaerenses. Era el árbol más abundante y fue utilizado principalmente como leña".

La restauración



En la página web se afirma que "la restauración del edificio del Museo Pueyrredón fue realizada por la Dirección Nacional de Arquitectura (dependiente de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación) por instrucción de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Se decidió entonces aprovechar el período de tiempo en el cual el Museo permanecería cerrado para encarar una puesta en valor sistémica de la colección. 

Se propuso, además, trabajar sobre la figura de Prilidiano Pueyrredón, hijo de Juan Martín, antiguo habitante de la casa y artista argentino del siglo XIX de enorme relevancia y valor. Para esto contó con dos socios estratégicos, el Museo Nacional de Bellas Artes y la UNESCO; con ambos se desarrolló una muestra antológica sobre el artista, “Prilidiano Pueyrredón, pintor de San Isidro”, en la cual paisajes y retratos de San Isidro y su habitantes se exhibieron al público con la intención de celebrarlo y de propiciar la apropiación de su iconografía por los vecinos, poniéndolo en valor como uno de los grandes hitos del patrimonio local".


Continúa el escrito virtual, "los trabajos con la colección comenzaron por la construcción de un catálogo informatizado (base de datos) basado en la documentación que el Museo poseía, con el objetivo de clasificar en forma discriminada  la colección para su mejor acceso y control. Este trabajo estuvo a cargo de las licenciadas en Historia del Arte, Paula Casajús y Cecilia Lebrero. Cada pieza fue fotografiada y descripta nuevamente, y su atribución revisada con expertos en muebles, documentos e imágenes religiosas, para confirmar o revocar su procedencia y su valor y hacer un diagnóstico de conservación y de necesidades de restauración si las hubiera. Las medidas de conservación comenzaron con la intervención de seis óleos de Prilidiano Pueyrredón por parte de la licenciada Rocío Boffo. Esta tarea fue completada en el año 2009 con la intervención de 5 oleos más. En esa ocasión se restauraron también las miniaturas".
 

Prosigue el relato, "la licenciada Nora Altrudi restauró todos los documentos en papel (cartas, mapas, documentos públicos) que posee el Museo, y convino su guarda en óptimas condiciones de conservación mientras que el especialista en restauración de imágenes religiosas Sergio Medrano intervino las tallas de la colección estabilizando las piezas y permitiendo una lectura más clara de las mismas. Las licenciadas Silvana di Lorenzo y Pía Villaronga trabajaron sobre los textiles y los muebles siguiendo los mismos propósitos de restauración. 

Por último, se han incrementado las medidas de seguridad del Museo con la incorporación de cámaras de seguridad en salas y sensores de humo, y se ha generado un espacio de merchandising administrado por la Asociación de Amigos del Museo Pueyrredón. En el año 2010 el licenciado Leopoldo Pérez Robledo restauró el pianoforte gracias a la contribución de los vecinos. Desde entonces volvió la música a los salones de la casa".

El nuevo guión del Museo Pueyrredón

Desde el sitio oficial del museo se describe que "los expertos Roberto Amigo y Patricio López Méndez (Grupo SIGNO), de gran trayectoria y prestigio en su campo trabajaron en equipo en el estudio de la colección para generar un nuevo guión y un nuevo diseño de montaje, que permite a los visitantes del Museo acceder a las piezas exhibidas de manera clara, interesante y segura".
 

En la folletería del museo se define que "cada sala o sector del Museo, determinada por la arquitectura, funciona como relato autónomo; esto significa que toda colección es fragmentaria pero que al desplegarse da cuenta de una totalidad. De esta manera, se presenta el desarrollo del retrato como género pictórico desde la miniatura tardo colonial al cambio del gusto burgués; los documentos que testimonian el nacimiento de nuestra nación a través de los ojos de sus protagonistas; las relaciones entre pintura y sociabilidad; el mobiliario utilizado por las elites decimonónicas; la devoción privada; la chacra como unidad productiva, entre otras".


El Museo Histórico Pueyrredón está abierto al público todo el año, los fines de semana de 14 a 18 horas (en los meses de verano cierra una hora más tarde) y los días martes y jueves de 10 a 18 horas. Durante los fines de semana el museo contempla visitas con guías en varios idiomas. "El nuevo Museo Pueyrredón tiene el objetivo de que la antigua Chacra del Bosque Alegre sea tanto un espacio de reflexión sobre la historia argentina como de goce estético ante la calidad de sus pinturas, de su mobiliario, de su arquitectura y de su paisaje", concluye el folleto con una frase que resume el espíritu del Museo que ofrece al visitante un viaje por la historia argentina desde la pintura, la arquitectura y el paisaje.

Álbum de fotos del paseo disponible en: Museo Histórico Brigadier Gral. Pueyrredón en San Isidro

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