La Casa Museo de Fernando de Alfaro fue
la primera sede municipal de San Isidro, ubicada en Av.Del Libertador
16362 (San Isidro), en la actualidad funciona allí la Oficina de
Turismo. La casona perteneció a un acaudalado comerciante y uno de los
más ricos propietarios de la Patagonia, Fernando de Alfaro, reconocido
como "Héroe en la defensa de Carmen de Patagones" por su destacada
participación en la defensa de ese puerto ante la agresión portuguesa el
7 de marzo de 1827, que significó la rendición de una fuerza
expedicionaria de 600 brasileños. El 14 de julio de 1833 recaló en San
Isidro con la compra de la propiedad frente a la Plaza Mitre. En la
función pública se destaca la banca que ocupó en 1852 en la Cámara de
Representantes de la provincia por el partido liberal. En 1854, con la
creación de la Ley de Municipalidades un grupo de destacados vecinos del
pueblo lo proclamó el primer presidente de la Municipalidad por un
período de 4 años. Alfaro, de militancia mitrista, a su salida fue
nombrado Prefecto de Policía en San Vicente, pero tras la batalla de
Cepeda que significó el triunfo del federalismo ante los porteños,
Urquiza lo destituyó del cargo. En su intento por exiliarse en Uruguay,
fue alcanzado en las cercanías de Quilmes por Coroliano Márquez, quien
lo reemplazó como prefecto, y fusilado junto a otros dirigentes del
mitrismo.
La casa fue adquirida por el municipio en 1971, años de deterioro obligaron a una destacada obra de intervención y puesta en valor patrimonial en 2000, con un importante hallazgo arqueológico en las excavaciones, sumado a la restauración de los algibes y de la fuente. Sobre el particular, Francisco Girelli, director del Centro de Arqueología Urbana, perteneciente al Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas "Mario J. Buschiazzo" de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires publicó el trabajo "El aljibe de la Casa Alfaro en San Isidro, una lectura estratigráfica". Allí se señala que los aljibes cumplían un rol fundamental en las casas hasta principios del siglo XX siendo la única fuente de abastecimiento doméstica de agua. Data de mediados del siglo XIX y tenía una decoración de azulejos sólo en la parte inferior a modo de un zócalo que resolvía la transición con el suelo".
El académico expresa en la publicación que "no se dispone información exacta de cuándo se realizó dicho revestimiento, podemos suponer que formó parte de los arreglos generales realizados en la casa en 1865, encargados por Cecilia Muñoz tras el fallecimiento de su marido, Fernando Alfaro". Sostiene que "los trabajos de excavación llevados adelante en 2001 se dio en el interior de la Casa Alfaro y un sondeo en el jardín existente entre la Casa Alfaro y la Casa Alfaro-hijo". Afirma en su escrito que "muchas cosas cambiaron en la Casa Alfaro desde que se hiciera la puesta en valor del conjunto, por lo pronto ya no funciona más el Museo que se mudó a la Quinta Los Ombúes. Posiblemente sea la casa más antigua de San Isidro, actualmente alberga oficinas municipales secundarias".
"El edificio se encuentra bien mantenido y no parecía haber sufrido mayores intervenciones", asevera Francisco Girelli, director del Centro de Arqueología Urbana, en el trabajo de su autoría denominado "El aljibe de la Casa Alfaro en San Isidro, una lectura estratigráfica", que fuera presentado con motivo de la remodelación de la antigua sede comunal en el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas de la UBA.
Álbum de fotos del paseo disponible en: Casa Museo de Alfaro en San Isidro
La casa fue adquirida por el municipio en 1971, años de deterioro obligaron a una destacada obra de intervención y puesta en valor patrimonial en 2000, con un importante hallazgo arqueológico en las excavaciones, sumado a la restauración de los algibes y de la fuente. Sobre el particular, Francisco Girelli, director del Centro de Arqueología Urbana, perteneciente al Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas "Mario J. Buschiazzo" de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires publicó el trabajo "El aljibe de la Casa Alfaro en San Isidro, una lectura estratigráfica". Allí se señala que los aljibes cumplían un rol fundamental en las casas hasta principios del siglo XX siendo la única fuente de abastecimiento doméstica de agua. Data de mediados del siglo XIX y tenía una decoración de azulejos sólo en la parte inferior a modo de un zócalo que resolvía la transición con el suelo".
El académico expresa en la publicación que "no se dispone información exacta de cuándo se realizó dicho revestimiento, podemos suponer que formó parte de los arreglos generales realizados en la casa en 1865, encargados por Cecilia Muñoz tras el fallecimiento de su marido, Fernando Alfaro". Sostiene que "los trabajos de excavación llevados adelante en 2001 se dio en el interior de la Casa Alfaro y un sondeo en el jardín existente entre la Casa Alfaro y la Casa Alfaro-hijo". Afirma en su escrito que "muchas cosas cambiaron en la Casa Alfaro desde que se hiciera la puesta en valor del conjunto, por lo pronto ya no funciona más el Museo que se mudó a la Quinta Los Ombúes. Posiblemente sea la casa más antigua de San Isidro, actualmente alberga oficinas municipales secundarias".
"El edificio se encuentra bien mantenido y no parecía haber sufrido mayores intervenciones", asevera Francisco Girelli, director del Centro de Arqueología Urbana, en el trabajo de su autoría denominado "El aljibe de la Casa Alfaro en San Isidro, una lectura estratigráfica", que fuera presentado con motivo de la remodelación de la antigua sede comunal en el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas de la UBA.
Álbum de fotos del paseo disponible en: Casa Museo de Alfaro en San Isidro
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