El Paseo de la Costa de Vicente López
es una larga franja costera parquizada y con instalaciones para
disfrutar del aire libre, limita con el Parque de los Niños (Capital) y
se extiende hasta la calle H.Yrigoyen. Cuenta con diferentes sectores
como el puente peatonal, el anfiteatro "Arturo Illia", el monumento
"Fín de Milenio”, la Península Arenales y el monumento homenaje a Vito
Dumas el "Navegante Solitario". El paseo recibe a miles de personas que
llegan a caminar frente al Río de la Plata, para práctica de deportes al aire libre y en el río, como para
presenciar alguna actividad cultural. En la zona se congregan diferentes
locales de comidas y bares.
Al Paseo de la Costa se accede desde la calle Vito Dumas, que se toma en la avenida Del Libertador. Cuando se ingresa al parque se observa el puente peatonal metálico sobre
el Arroyo Raggio -inaugurado en el 2004-, que une al
Paseo de la Costa con el Parque de los Niños, una suerte de límite entre el partido de Vicente López y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Recorriendo el parque en dirección norte puede verse el imponente Anfiteatro Arturo Illia, inaugurado el 14 de diciembre de 2002, que es el espacio abierto cultural más grande del municipio y donde
se realizan mega recitales. Cuenta con una capacidad para 1.300 personas
sentadas y 40.000 paradas, además de estacionamiento para 500 autos, y se accede por la calle Laprida.
Caminando hacia el norte, juegos
para niños, una fuente, juegos aeróbicos, estacionamiento y una
importante oferta gastronómica. En el cruce del paseo costero con la calle Melo se encuentra sobre la margen del
río el Monumento de Fin de Milenio. Este monumento fue inaugurado en el año 1999, rinde homenaje al arquitecto Amancio Williams (1913-1989). Tiene una altura de 14 metros, en
sus columnas y sus dos cáscaras miden 9 metros de lado y 9 cm. de espesor.
La obra fue concebida para ser exhibida en un parque de la Ciudad de
Buenos Aires y luego donada al Municipio de Vicente López por los hijos del arquitecto.
La obra, que estuvo perdida en el tiempo y recuperada finalmente para ser emplazado en un parque público, fue
originalmente proyectada por el arquitecto Williams, como un monumento
en memoria de su padre, el reconocido compositor Alberto Williams (1862-1952). Este monumento consta de dos bóvedas cáscara cuadrangulares de 11 x 11 mts., elevadas
sobre un piso de mármol elevado 33 cm. sobre el césped, comunicado por
cuatro veredas angostas a los caminos circundantes del parque. "Todo el
juego resulta del espacio vacío entre las dos bóvedas y las superficies
de mármol. Las bóvedas no se tocan: sus esquinas permanecen apenas
separadas, creando, vistas desde abajo, un punto de tensión. A este
punto corresponde, justo debajo, una cavidad cuadrada plantada con
césped, con una flor emergiendo en el medio desde un fino tubo metálico".
El monumento es todo un espectáculo. En efecto, el espectáculo de las bóvedas cambia con gran riqueza con los distintos
puntos de vista, "tanto si se las ve con sus lados paralelos o
diagonales a través de una línea". Así, para disfrutar estas diferentes
visiones y pensar o conversar en calma, un largo asiento en hormigón
pretensado y de mármol, y una hilera de prismas de mármol son situados
en diferentes posiciones. Un segunda cavidad cuadrada menor, llena con
agua renovable, contiene 2 cm. bajo la superficie, una placa de acero
inoxidable muy simplemente impresa, con la inscripción recordatoria y un
llamado a renovar la flor. Un sistema ha sido estudiado para la
completa iluminación del monumento: las bóvedas, los caminos, la
superficie de mármol, los asientos, el agua, la flor, la placa”.
Siguiendo hacia el norte se visualiza un sector de
juegos para niños y una fuente. En la intersección del paseo con la calle Urquiza se encuentra el monolito
“Vito Dumas”, dedicado al famoso Navegante Solitario y que da nombre
a la calle principal del Paseo. El monumento está realizado en cemento, consta de una
brújula con un velero en su interior. Al
llegar a la calle Arenales, se encuentra la península Arenales, denominado
Parque Arenales, cuenta con zonas de arboleda, una
bici-senda, sector de juegos para niños y playón de patinaje en las 4 hectáreas de superficie. El paseo culmina en el cruce con la calle H.Yrigoyen, donde se emplaza un momento a Manuel Belgrano.
Álbum de fotos del paseo disponible en: Paseo de la Costa de Vicente López
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